Cambiar la adjudicación de un espacio comercial a vivienda es tentador debido al precio y a la falta de oferta de viviendas, pero el proceso puede ser complejo.
El aumento de los precios del mercado inmobiliario en los últimos años, junto con la falta de oferta de viviendas -especialmente en los grandes centros urbanos- ha hecho que cada vez más personas se planteen la posibilidad de transformar inmuebles destinados al comercio y los servicios (como talleres, tiendas, almacenes, entre otros) en viviendas. Sin embargo, el cambio de uso de un inmueble es un proceso que puede ser complejo y cuyos costes y riesgos deben tenerse en cuenta a la hora de tomar una decisión por parte de los propietarios o futuros propietarios del inmueble.
Para que un espacio comercial pueda destinarse legalmente a vivienda -ya sea para vivienda privada, alquiler de larga duración o alojamiento turístico- debe realizarse el llamado proceso de cambio de uso a vivienda mediante la tramitación de las correspondientes licencia de obra, licencia de primera ocupación y posterior inscripción en el Registro de la Propiedad correspondiente.
Las licencias de obra y de primera ocupación son documentos expedidos por el Ayuntamiento del municipio en el que se encuentra el inmueble, que acreditan que dicho inmueble reúne las condiciones legales necesarias para cumplir su finalidad y que se ajusta al proyecto arquitectónico, aprobado en el momento de su construcción, fijando los usos y aprovechamientos admisibles.
Qué hacer para cambiar el uso
Un proyecto de estas características requiere una planificación detallada en la que se analicen todas las variables, se haga un estudio preliminar de viabilidad (urbanístico, legal y arquitectónico) y se defina un plan de trabajo que contemple escenarios futuros y gestión del riesgo.
Además, debe tenerse en cuenta que tanto el Ayuntamiento que instruirá el proceso como el Registrador que inscribirá el cambio de uso tienen un considerable margen de discrecionalidad en su toma de decisiones por lo que es fundamental asesorarse por profesionales con una metodología de trabajo que contemple todas las variables para poder contar con un análisis detallado del inmueble, entender cuáles son sus opciones a futuro y calcular los costos, beneficios y riesgos de realizar un proyecto de transformación.
Si decides realizar una inversión de este tipo, asegúrate el asesoramiento de profesionales cualificados y con mucha experiencia en cambios de uso.