El ajuste en el precio de la vivienda en venta se está moderando en España un año después del estallido de la crisis sanitaria y se acerca a una etapa de estabilidad.
En el primer trimestre del año el precio ha retrocedido un 0,6% interanual, rompiendo con la bajada superior al 1% registrada en los tres trimestres anteriores.
A cierre de marzo, siete comunidades autónomas ya registran subidas de precios. Los incrementos más notables son los de Asturias (+2,1%) y La Rioja (+1,6%), mientras que, en Canarias, Cantabria, Madrid, Navarra y el País Vasco han registrado subidas inferiores al 1,5%. Al otro lado de la tabla destacan los descensos de Murcia (-2,9%), Aragón (-2,1%), y Galicia (-2%), que había incrementado su precio en el último trimestre del año 2020.
Por otra parte, continúa la tendencia de desplazamiento de la demanda hacia las viviendas unifamiliares y las zonas periféricas de las ciudades, impulsada por las nuevas necesidades generadas por la pandemia y el auge del teletrabajo, que reduce los desplazamientos necesarios a los centros de negocios.
Prueba de ello es el incremento que ha registrado el precio de la vivienda en venta en algunas zonas de las grandes ciudades. En Madrid, por ejemplo, los repuntes más destacados respecto al año pasado se han producido en los distritos de Moratalaz (+3,2%), Vicálvaro (+2,5%) y Moncloa (2%), mientras que en Barcelona los principales incrementos son los de los barrios de Hortá-Guinardó (+2,7%), Grácia (+2,5%) y Sarriá-Sant Gervasi (+2%).
En Valencia estos incrementos son más especialmente pronunciados en distritos como Poblados del Oeste, la Ciutat Vella y Quatre Carreres, mientras que en Sevilla los datos más llamativos son los de Macarena, Casco Antiguo y San Pablo-Santa Justa.
Ante la desaceleración de los mercados financieros, el mercado inmobiliario sigue siendo la mejor forma de blindar el dinero y obtener una buena rentabilidad sin riesgo.